domingo, 7 de septiembre de 2014

MIS MARCAPÁGINAS NO ME QUIEREN

¡Hola a todos y a todas!
El otro día estaba pensando en la facilidad que tengo para perder los marcapáginas y en cómo es curioso que algo que en teoría debería servirme para encontrarme y no perderme me hace buscar por toda la casa.
Después de mucho tiempo pensando me hice con una teoría: Mis marcapáginas no me quieren.
La verdad es que yo no los culpo. Puede que no siempre los trate como se mercen. Reconozco que mientras estoy leyendo a veces descargo mi rabia, mi tristeza o lo que quiera que esté sintiendo en ese momento contra ellos. Tampoco a mí me gustaría que me doblasen, me estrujasen y me enrollasen. Si fuese uno de mis marcapáginas también preferiría escurrirme por el hueco que hay entre mi cama y la pared.
No quiero que os quedéis con la idea de que soy una mala persona. Yo quiero mucho a mis marcapáginas, lo que pasa es que lo hago inconscientemente. Lo sé, debería mantenerlos alejados de mí mientras leo. Intentaré mejorarlo, lo prometo.
El caso es que estoy harta de tener que utilizar lo primero que encuentro por ahí tirado para marcar la página en la que voy.
Ahora ya he descubierto el escondite de mis marcapáginas, pero no creo que puedan volver a confiar en mí. Por este motivo, he decido crear yo misma unos marcapáginas y empezar de cero con ellos. Voy a cuidarlos y no van a sentir la necesidad de perderse por rincones extraños de mi casa.

¿Os apetece hacerlos conmigo?

MATERIALES
Lo único imprescindible que necisitaréis será: una bola de lana, unas tijeras y vuestras manos o las manos de cualquier otra persona.
Podéis hacerlos de diferentes colores, pintar la lana, degradarla o todo lo que queráis; pero en mi caso era sábado por la tarde y esto era lo único que tenía por casa.



PASOS A SEGUIR



Lo primero que tenemos que hacer es coger el ovillo de lana (en mi caso más bien el enredo de lana)  por uno de los extremos e ir enrollándola alrededor de nuestros cuatro dedos. Puedes darle las vueltas que quieras, pero yo diría que cuantas más mejor. Ten cuidado y que no te pase como a mí, recuerda que lo estás envolviendo sobre tus dedos y que necesitas que la sangre llegue a ellos!!

Una vez que consideres que y está bien, que la pobre lana se va a marear, es hora de coger nuestras tijeras.
Pensándolo mejor, puede que Lana prefiera seguir mareándose...¡Pero tienes que ser fuerte! Corta por lo sano, tienes que seguir con el marcapáginas. Nada te detendrá. Olvida por un momento tus sentimientos y los sentimientos de Lana. Deja de empatizar por un momento.




Lo siguiente que tienes que hacer es ir a tu estantería a por uno de tus libros, el que tú quieras. Bien, cuando lo tengas mide con su ayuda un trozo de lana que sea el doble de largo que éste y un poquito más.
Introdúcelo por el centro del ovillo que has hecho tú y haz un nudo bien fuerte por un lado y luego por el otro. Vale, reconozco que no me he explicado muy bien, pero espero que con la ayuda de las imágenes podáis entenderme.
Más o menos debería quedaros con forma de ocho. Si es así, lo que tenéis que hacer es cortar las dos barrigas del ocho de la forma en la que lo hago en la foto.





Después de todo eso os quederá algo parecedo a un pompón, pero como somos muy perfeccionistas vamos a llevarlo a la peluquería, a cortarle ese pelos de loco que tiene!





Por último, se me ocurrió ponerle un detalle como un clip o una chapa de una lata en el final del cordón que quedará entre las páginas de nuestro libro.


¿Qué os parece el resultado? Espero que os animéis a hacerlo porque es realmente fácil y muy práctico.
Me encantaría ver cómo os han quedado a vosotr@s, así que no dudéis en mandarnos unas fotos a nuestro correo electrónico.
Por otra parte, tenéis el mismo problema que yo con los marcapáginas?
Espero no ser la única que pierde más marcadores de los que tiene.






¡Os deseo una muy buena semana!



Laura.




1 comentario:

  1. Hola! Te nominé a best blog http://namascara1913.blogspot.com.es/search/label/Iniciativa
    besos!

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